Fin de semana de lujo en Nueva York a un precio razonable

Hay veces que uno tiene que darse un capricho en su propia ciudad. Gracias a Voyage Privé pudimos alojarnos en un 5 estrellas a buen precio.

Nueva York es una ciudad que ofrece muchas posibilidades, tiene opciones para todos los gustos que van desde los planes gratuitos o muy baratos, hasta las experiencias de súper lujo sólo al alcance de una clase privilegiada. Los que ya nos conocéis sabéis que disfrutamos tanto de los placeres más simples como un paseo por Central Park y concierto gratis, hasta las experiencias más lujosas; y es que un dulce no amarga a nadie. El fin de semana pasado tuvimos una de esas oportunidades para disfrutar de lo segundo, y lógicamente no la desaprovechamos.

Nuestra habitacion en el Hotel Viceroy a través de Voyage Privée
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

Desde hace mucho tiempo, venimos siguiendo la página web de Voyage Privé donde se anuncian experiencias de nivel medio-alto, pero con muy buenos descuentos. Llevaba mirando un tiempo la parte de Nueva York, para ver si podía probar alguno de los hoteles que tenemos entre ceja y ceja de darnos el capricho alguna vez; sobre todo dedicándonos a recomendar experiencias locales y con conocimiento de la ciudad a aquellos para quienes organizamos el viaje personalizado a Nueva York a través de Auténtico Nueva York. Uno de ellos era el Viceroy Central Park, así que cuando lo vi en la web me lancé de cabeza.

Escritorio en la habitación del Hotel Viceroy
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

Después de un intenso mes en Nueva York acompañando y asistiendo a varios grupos de España, y tras visitar a la familia de Abby en Pennsylvania, nos merecíamos un fin de semana de relax. El Hotel Viceroy, con una categoría de 5 estrellas, se encuentra en la calle 57 entre la Avenida 6 y 7, justo al lado del Carnegie Hall y Central Park; ¡qué más se puede pedir! Con semejante situación justo en frente del pulmón de la ciudad, os podéis imaginar cómo comenzaba la experiencia de bien.

Baño del Hotel Viceroy
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

Nada más entrar al lobby del Hotel Viceroy ya te hace sentir en otra dimensión. Las paredes oscuras con grandes cuadros y luces suaves daba la sensación de lujo junto con los sofás de cuero y la gente de recepción que te hacen sentir como en casa. Me alegró mucho cuando nos dieron una planta 18, ya que íbamos a disfrutar de una buena altura. El hotel tiene 29 plantas, siendo la última la dedicada a la terraza de la que hablaremos después.

Tomando un vino con vistas de Central Park gracias a Voyage Privé
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

La habitación era igual de elegante que la entrada con sus paneles de madera caoba y una ventana gigante que daba a los edificios al otro lado de la calle 57. Parecían infinitas las ventanas y pequeñísimas las personas caminando abajo. Estaba llena de armarios que parecían esconder infinidad de cosas, y de donde salían la plancha, la tabla para planchar, un albornoz, el minibar, y así diferentes sorpresas que despertaban la curiosidad de uno. Justo al lado de la ventana, que gozaba de unas vistas relajantes, había un sillón donde podías tumbarte a leer mientras la ciudad corría ajena a tus pies. Sin duda habíamos acertado de pleno eligiendo el hotel, era justamente la experiencia que estábamos buscando en la ciudad para ese fin de semana.

Bar del Hotel Viceroy
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

No hay mejor forma de comenzar un fin de semana en Nueva York que con un auténtico “Happy Hour” en un bar azotea (rooftop), así que subimos a la última planta para tomarnos una copa de vino. Desde arriba se puede contemplar Central Park en todo su esplendor, así como sentirte pequeño tanto mirando hacia abajo como hacia arriba; ¡y es que hay rascacielos mucho mayores que te dejan sin palabras!

Hizo una tarde estupenda y decidimos pasear por Central Park, que se encuentra a dos bloques del hotel en la calle 59. Caminamos rumbo a la Terraza Bethesda y la famosa fuente además de visitar el puente “Bow Bridge” y el símbolo de Imagine, homenaje a John Lennon. Continuamos el paseo por el Upper West Side, una zona que nos encanta por su tranquilidad y sus edificios señoriales como el Ansonia o San Remo.

Mirando hacia abajo desde la terraza del Hotel Viceroy
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

A lo largo del fin de semana también aprovechamos las conexiones de metro para visitar Greenwich Village y tomar una pizza al aire libre con unos amigos, además de cantar karaoke hasta las tantas con gente que realmente tenía mucho nivel. ¡Cómo se nota que Nueva York es una ciudad de artistas! Además fue el fin de semana del desfile de orgullo portorriqueño y a pasos del hotel disfrutamos del espectáculo de música y colores en la Quinta Avenida. Estábamos en el centro de todo y la verdad es que nos faltó tiempo para visitar todos nuestros rincones favoritos de la ciudad.

La fuente Bethesda en Central Park
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

A nivel de restaurantes teníamos todos los que queríamos y más, ya os podréis imaginar por la situación. Sin duda uno que me sorprendió mucho fue donde tomamos el brunch el domingo, de nombre Tanner Smiths en la 55 entre Broadway y la Séptima. Además de que los huevos benedictinos estaban increíbles de buenos, tenían jazz en directo y un fantástico ambiente romántico y coctelero al estilo de los años ‘20 (época de la prohibición en Estados Unidos). Si os gusta comer sano, muy cerca está Whole Foods en la Plaza de Colón con toda variedad de productos y comidas ya preparadas muy ricas. Es una opción muy buena, sobretodo para cenar ya que tienen microondas para calentar la comida y muchas ensaladas; uno se puede cansar de comer siempre en restaurantes cuando viaja.

Terraza del Hotel Viceroy
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

La verdad es que no podríamos estar más contentos con la experiencia vivida en el Viceroy Central Park; fue como transportarnos dentro de una ciudad que conocemos más que bien. Por eso, y los que nos conocéis sabéis que es la filosofía del blog, muchas veces los mejores rincones y experiencias están en la propia ciudad de uno – experiencias que te permiten ver la ciudad con un cristal diferente. El hotel lo recomendamos sin duda, aunque conlleva aumentar un tanto el presupuesto, pero a lo que sí os animamos es a que le echéis un vistazo a Voyage Privé; ¡quién sabe, puede que un día salga una experiencia que llevabais tiempo buscando y además a precio de chollo!

Vistas desde la terraza del Hotel Viceroy gracias a Voyage Privé
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero
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Pedro Ramirez
I was born and raised in Málaga, Spain. After living in Madrid, Barcelona and New York, I've returned home to enjoy the sun! I love to share the places I discover and write about them.
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