El Museo del Folclore de Tournai, una forma entretenida de conocer la ciudad

Casa del Museo del Folclore Tournai

¡Qué pasada haber podido disfrutar de tan entretenido y completo museo! El Museo del Folclore no solo te permite conocer mejor Tournai, si no que además es muy interesante.

El Museo del Folclore de Tournai está “escondido” detrás de la Grand Place. El local es una casa del siglo XVII con 23 salas donde se exhiben artefactos de la vida en el pueblo a lo largo de los años.  La verdad es que nos costó un poco encontrar la puerta del museo. Se entra por la parte de atrás, donde hay una especie de puente que conecta la casa, de un lado de la calle al otro, a través de la segunda planta.  Supusimos que la entrada estaría cerca porque vimos un cartel pintado en ese “puente”, pero hay que dar la vuelta y entrar a un edificio de ladrillo rojo con una puerta grande de madera.  La verdad es que jamás hubiera imaginado un museo tan grande dedicado al folclore de una ciudad como Tournai (cuya fama viene sobre todo de su magnífica catedral).

Interior del Museo del Folclore Tournai

Cruzando el umbral del museo, nos encontramos en una pequeña entrada con tres puertas.  Una llevaba a una pequeña sala de exhibición, con un maniquí haciendo algún tipo de manualidad que parecía un cruce entre imprenta y tejedora.  La segunda puerta nos llevaba al patio de la casa con un hombre en el marco de la puerta fumando un cigarrillo.  Nos dijeron que la tercera opción era la entrada principal del museo. Una mujer nos cogió las mochilas y nos las guardó detrás del mostrador, y con eso nos pusimos a explorar el museo entre sus tesoros y otras cosas raras.

Una de las primeras cosas en la que nos fijamos del museo, fue que las personas que lo diseñaron tenían gusto por poner maniquíes realizando papeles tradicionales en los diferentes trabajos. Dimos la vuelta a la esquina y de repente vimos trabajando al zapatero, al herrero, unos que casi daban más miedo que otra cosa vestidos de carnaval, otro vendiendo patatas fritas, el farmacéutico, la maestra, una monja esperando escuchar una confesión, mujeres de luto en una cocina y mucho más.  No puedo deciros cuantas veces di la vuelta y me sorprendí con una nueva escena de la vida diaria del pasado. Pero no os preocupéis, estos maniquíes no son nada parecidos a las figuras de cera que he visto en el pasado y que sí dan verdadero miedo.  A lo mejor te impactan, pero obviamente no son reales.

Recuerdos deportivos en el Museo del Folclore Tournai

Otras salas incluyen las cosas típicas que esperas encontrar en cualquier museo del folclore como dinero antiguo y monedas, documentos u obras de arte. A mi me gustaron los pósters viejos y las máscaras de carnaval en particular.  En otra de las salas había hasta una bicicleta adaptada para vender pasteles con las palabras “patisserie royale” pintada en un cartel. También vimos instrumentos musicales y recuerdos de los equipos deportivos locales.  Básicamente pudimos apreciar cada aspecto de la vida y del interés cultural de Tournai.  Fue realmente asombroso.

Aprendimos, a lo largo de nuestra visita, que la casa antes era el hogar de Gabrielle Petit, nacida en Tournai en 1893. Cuando estalló la primera Guerra Mundial, ella se encontraba viviendo en Bruselas y se apuntó a la Cruz Roja de Bélgica.  Pero en 1914 ayudó a su prometido herido a cruzar la frontera hasta Holanda y pasó información al servicio secreto Británico. Éste fue el comienzo de su carrera como espía.  Además de sus actividades de espionaje, Petit también ayudó a distribuir el periódico clandestino La libre Belgique.  Al final unos militares alemanes la denunciaron y fue asesinada en el año 1916. A raíz de esto, se convirtió en una heroína nacional de Bélgica, por sus esfuerzos en pos de la libertad durante la guerra.

Ruskomendamos una visita al Museo del Folclore de Tournai con 4 boquerones, debido al hecho de que aprenderás un montón sobre la cultura local y las costumbres en un ambiente ecléctico, que nos recordó a la experiencia de mirar en el baúl de los abuelos. Hay tantos tesoros en este museo extensivo, que nos sorprendimos una y otra vez.  Estábamos igual de interesados en la casa en sí (¡qué es gigante!) como en los artefactos que se encuentran dentro. Es la manera perfecta para pasar una tarde y coger apetito para tomar un buen gofre en la Grand Place.

Instrumentos en el Museo del Folclore Tournai
Zapatero en el Museo del Folclore Tournai
Vendedor de patatas fritas en el Museo del Folclore Tournai
Pattiserie Royal en el Museo del Folclore Tournai
Museo del Folclore Tournai

**A visitar el Museo fuimos invitados por la Oficina de Turismo de Bélgica, sin ser impuestos a ningún tipo de crítica positiva o línea editorial diferente a la nuestra. Como siempre la opinión y la experiencia es totalmente personal.

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Abby Roule
I was born and raised in Pennsylvania, USA. I've lived in Reading and Pittsburgh (PA), in New York City for 6 years and in Spain for 5 years (in Madrid, Sevilla, Barcelona, and now Málaga). I designed Rusko!
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