Restaurante Beehive Boston, comienzo con jazz en directo

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El Restaurante Beehive, en Boston, es de esos lugares con encanto que te hacen querer estar toda la noche. Atmósfera bohemia, comida excelente, cócteles y música en directo, ¿qué más se puede pedir?

El Restaurante Beehive, ubicado en el South End de Boston, es uno de esos sitios que están en otra ciudad, y que me hacen replantearme vivir en Nueva York. Este restaurante y club de jazz tiene todo lo que podrías pedir para una noche especial: buena comida, música en directo de calidad, buen servicio y todo redondeado con una amplia carta de bebidas. ¿Cuál fue la guinda de mi noche? ¡la mousse de chocolate que tomamos de postre! El Restaurante Beehive me enganchó de inmediato.

Mientras bajamos las escaleras hacia el comedor del Restaurante Beehive, empezamos a observar la ecléctica decoración del restaurante. Un artista local tiene una exposición de una serie de cuadros originales con aspectos de 3D en las paredes. El restaurante tiene muchas mesas pequeñas, pero había espacio suficiente para grupos más grandes. Las paredes de ladrillo estaban pintadas de blanco, con varios candelabros y cortinas de terciopelo. Me recordó al Village Vanguard en el West Village, pero con menos aires pretenciosos. ¿Lo mejor de todo? Había un grupo de músicos tocando jazz en directo en el escenario.

La mesa donde nos sentaron tenía una magnífica vista al escenario donde tocaba el grupo de jazz, que descansaban cuando llegamos. Pedimos unas cervezas locales y nos pusimos a mirar su amplia carta. El Restaurante Beehive sirve una mezcla de comidas que juega con la familiaridad de los productos, pero con un toque diferente. Decidimos probar los calamares a la plancha de entrante. Venían con una ensalada de lechuga roja, garbanzos, pimientos con un toque ajo y vinagreta de limón. Nunca habíamos probado antes la combinación de calamares y garbanzos, ¡pero menuda sorpresa más positiva la mezcla! Me encantó el toque picante de los pimientos con ajo en contraste con la frescura de los calamares a la plancha. ¡El entrante fue definitivamente una gran apertura!

Para los platos principales, Pedro eligió cordero y pollo con couscous marroquí, el cual venía acompañado de salchichas de cordero con toque picante y verduras. ¡El plato estaba sabrosísimo! Para alguien que ha crecido en Andalucía, a tan poca distancia de Marruecos, estos sabores le son familiares. Fue toda una alegría comprobar la reproducción del plato con un nuevo giro. Yo me pedí los filetes de salmón, los cuales venían con puerros y guisantes, acompañados de un caldo de chili thai y jengibre. El punto de cocción del salmón era perfecto, y me encantó el sabor del caldo con sabor a jengibre. Debo admitir que soy una apasionada del jengibre en cualquiera de sus formas, pero en este plato funcionó especialmente bien.

El postre del Restaurante Beehive no venía escrito en la carta, pero nuestra agradable camarera nos informó y explicó todas las opciones. Aunque debo ser sincera, después de oír mousse de chocolate, mi cerebro no me dejó escuchar más. Compartí el postre con Pedro, y éste tenía una consistencia perfecta: suave, sabor perfecto del chocolate y nada pesado. ¡Perfecto fin de cena!

El Restaurante Beehive también ofrece una larga lista de cócteles, vinos y cervezas, perfectos para una relajada cena o para disfrutar tranquilamente de la música. Hay música en vivo todos los días, y los grupos son de géneros muy diversos, por lo que no hay que preocuparse sobre gustos musicales. ¡Lo más probable es que tendrás un gran espectáculo! El Restaurante Beehive es el lugar ideal para venir por la noche, ese lugar con un toque bohemio que te cautivará como a mí, y que te hará desear vivir en Boston. Ruskomendamos el Restaurante Beehive con 5 boquerones.

**A esta experiencia fuimos invitados por la Oficina de Turismo de Massachusetts, sin ser impuestos a ningún tipo de crítica positiva o línea editorial diferente a la nuestra. Como siempre la opinión y la experiencia es totalmente personal.