Qué ver en Santa Fe, la capital más antigua de Estados Unidos

Santa Fe es la capital más antigua de los Estados Unidos. Sus imposibles cielos azules, su arquitectura y su arte son algunas de las muchas cosas qué ver en Santa Fe.

Lo primero que me llamó la atención de Santa Fe fueron sus increíbles cielos azules. En la ciudad de Nueva York, el horizonte se empequeñece al caminar a través de los cañones de hormigón de Manhattan. Los cielos son azules, pero sólo a veces. Aunque claro, no es eso por lo que uno viaja a la Gran Manzana. El azul del cielo de Santa Fe, sirve como telón de fondo para la arquitectura de adobe y las montañas del desierto. Es una ciudad que me sorprendió tanto por su historia (Santa Fe es la capital más antigua de los Estados Unidos), como por su cultura. Las personas en Santa Fe hicieron lo imposible por hacernos sentir bienvenidos, nos sugirieron los mejores restaurantes, y parecían realmente interesados en compartir su ciudad con nosotros. ¿Listos para explorar? ¡Vámonos!

¿Cómo llegar hasta Santa Fe? Yo viajé a Santa Fe por casualidad. Había una conferencia sobre Lenguaje Dual a la que querían enviarme, y resultó que era en esta capital de Nuevo México. A decir verdad, fue un viaje largo desde Nueva York, con escala en Dallas y un viaje en autobús desde el aeropuerto de Albuquerque. Dicho esto, es bastante fácil encontrar el autobús lanzadera. Recomendamos que reservéis con antelación en alguna compañía como Sandia. Nada más llegar al aeropuerto pudimos coger la lanzadera y en apenas una hora y cuarto ya estábamos en Santa Fe. Siendo Santa Fe una ciudad tan pequeña, una buena opción puede ser alquilar un coche.

¿Hay algo que deba saber antes de viajar a Santa Fe? Os debo admitir que no soy una persona a la que le guste preparar todo para un viaje, me gusta dejar lugar a la improvisación. A menudo voy a ciudades y les digo a mis amigos y familiares cosas como: “¡Wow, no sabía que este lugar estaba tan lejos!” o “¡tan arriba en la montaña!”. Por eso compartiré con vosotros toda la información que el hombre de nuestro hotel, El Dorado, me dio. Santa Fe se encuentra a 2134 metros (7199 pies) sobre el nivel del mar, lo que la convierte en la capital más alta de los Estados Unidos. ¿Y qué significa esto? Básicamente que de forma muy rápida te deshidratas, por lo que tendrás que beber más agua de lo habitual. También recuerda que si quieres disfrutar de una bebida alcohólica, aquí te subirá mucho más rápido. Después de tomarme una margarita en The Shed (lo veremos más abajo) ya tenía mi puntillo. Por último recuerda traerte la crema hidratante y el protector de labios, ya que el aire es muy seco.

Vale, vale. Un montón de agua. ¿Algo más? De hecho, sí. Santa Fe es la capital de provincia más antigua de Estados Unidos y la ciudad más antigua de Nuevo México. Originariamente fue el hogar de los “Pueblo Indians”, aunque los españoles la colonizaron como parte de la “Nueva España” en el año 1598. Aún así, la ciudad de Santa Fe (abreviatura del nombre real La Villa Real de la Santa Fe de San Francisco de Asís), fue fundada oficialmente en 1607, convirtiéndose en la capital de la Nueva España desde 1610 a 1821 – estaba localizada al norte del imperio español. Más tarde, en 1821, cuando México obtuvo la independencia de España, Santa Fe se convirtió en la capital del “Nuevo” México. Pero la guerra entre Estados Unidos y México de 1848, hizo que Nuevo México pasara a ser parte de Estados Unidos y en 1912 se convirtió oficialmente en estado. ¡Ni qué decir tiene la cantidad de historia que se esconde tras Santa Fe!

Vale entendido: cielos azules, está muy alto y es muy antiguo. ¿Por dónde debería empezar? Para empezar el día en Santa Fe lo primero es un buen desayuno. Esto en Santa Fe significa ir directos a Tía Sofia’s en la Calle West San Francisco. Se trata de un clásico diner con un toque de Nuevo México. La decoración es bastante simple, pero capta bien el estilo de Nuevo México. En las paredes se pueden ver algunos vestidos tradiciones y sombreros, así como un merecido certificado enmarcado de “Mejor Comida Soul de Nuevo México en 2011”. Tia Sofía’s ofrece desayunos especiales diarios que incluyen tortillas con salsa de chile “de Navidad”. En otras palabras, una mezcla de su famoso chile rojo y verde encima de sus huevos, servido con “puré de patata” y tostadas. También hay enchiladas y, por supuesto, huevos rancheros. Éste es realmente un lugar único para empezar el día. Tanto locales como turistas, todos coinciden. Si yo viviera en Santa Fe, ¡estaría aquí cada domingo para tomar el brunch!

¡Listo para ver Santa Fe!, ¿dónde voy? Si continúas bajando la Calle San Francisco, llegarás a la Plaza. Es el centro del distrito histórico y el lugar donde los locales se han venido reuniendo durante cientos de años. Al norte de la plaza encontrarás el Palacio del Gobernador. Fue construido en 1610 por los españoles. Se puede entrar a ver el Palacio del Gobernador desde mayo hasta octubre todos los días de 10am a 5pm, y desde noviembre a abril todos los días igual, menos los lunes que cierra. ¿Nuestro rusko consejo? Intenta ir un viernes ya que tienen entrada gratis desde las 5pm a las 8pm (de todas formas consulta la web para asegurarte antes de todo).

También es interesante, en frente del Palacio del Gobernador, los muchos nativos americanos y vendedores locales que se reúnen para vender joyas artesanales y confecciones. Merece la pena mirar, y desde luego, ¡las turquesas son preciosas y perfectas para regalar! Muchos locales nos dijeron que volviéramos más tarde para probar el “frito pie” en “Five and Dime” en la esquina de la plaza. Por lo visto es una especialidad local que se sirve en la parte de atrás de “Five and Dime”. Se prepara utilizando los “Fritos” y se sirve en la propia bolsa con chile, una salsa de chile rojo y queso encima. No tuvimos tiempo de probar este plato, pero es muy conocido entre la gente local. (Tenlo en mente si quieres una comida económica y sabrosa al mismo tiempo).

Vi una preciosa iglesia bajando la calle desde la plaza. ¿Cuál es? Esta iglesia es la Catedral y Basílica de San Francisco de Asís. La iglesia es muy bonita, y ha sido una iglesia católica desde 1626. Dentro, la catedral no es menos impactante. Por fuera, fue diseñada en estilo románico. La verdad que no soy muy experta en temas arquitectónicos, aunque reconozco que algunos de vosotros sí lo seréis. A mí me recordó un poco a las iglesias europeas, excepto por el hecho de que fuera tenían una estatua de una Virgen María nativo-americana. Es bastante interesante ver como ambas culturas se fusionaron de un modo tan bonito. No te olvides de pasear por alrededor del distrito histórico, con sus bellos edificios y sus pequeñas calles. Para acabar encuentra el Burro Alley, que es la estatua de un burro.

He oído que Santa Fe tiene muchas galerías de arte. ¡Y has oído bien! Santa Fe acoge más de 200 galerías y más de una docena museos. Puedes saltar de galería en galería, y disfrutar del arte y de una relajada atmósfera; diferente de las bulliciosas, por ejemplo, galerías de arte de Chelsea. Durante el tiempo que estuvimos en Santa Fe disfrutamos de diferentes galerías y exposiciones de fotografía, pintura y esculturas. Si quieres conocer la lista completa de galerías, puedes consultarlo aquí. También hay museos que no deberías dejar pasar por alto. Uno de los más fáciles de encontrar es el Museo de Arte de Nuevo México. Este museo, construido en 1917, muestra obras de artistas que viven o han vivido en los alrededores de Nuevo México. Las diferentes exposiciones cambian a menudo, y el edificio es una impresionante obra hecha en adobe. No te puedes perder este museo, que se encuentra justo a la salida de la Plaza muy cerca de la Catedral.

Espera, ¿no estaba también en Santa Fe el Museo Georgia O’Keefe? ¡Sí! Hay un museo dedicado a las obras de Georgia O’Keefe. Es muy fácil de encontrar y se encuentra apenas 5 ó 10 minutos caminando desde la Plaza. El museo tiene el tamaño suficiente para visitarlo en una hora más o menos, y las obras son magníficas. Os ruskomiendo que sin lugar a dudas paguéis por la audioguía, ya que sus obras a veces son difíciles de interpretar sin una explicación o un contexto. Aprendí un montón, no solo de las obras de O’Keefe, si no también de su estilo de vida en Ghost Ranch, y su relación con los paisajes de Nuevo México. Si te gusta el arte, ¡ésta es una parada totalmente obligatoria!

Después de los huevos rancheros en Tia Sofía’s no estoy muy hambriento, pero algo dulce… ¡No te preocupes! Tenemos el lugar perfecto para recargar y cubrir tus ganas de algo dulce. Ecco Gelato y Espresso en la 105 E de Mercy Street tiene sabores de helado únicos tales como fresas habaneras; aunque también sabores tradicionales como stracciatella o chocolate. Cuando estuve en Santa Fe, hacía un poco de frío para helado, pero no me contuve a probar el chocolate picante; chocolate oscuro con un toque de chile. En definitiva un lugar genial para charlar y probar nuevos y diferentes sabores dulces.

He oído que existe otra iglesia histórica… Correcto. Se trata de la Capilla de San Miguel que fue construida entre 1610 y 1625, y que presume de ser una de las iglesias más antiguas de los Estados Unidos. Se encuentra entre las calles Old Santa Fe Trail y De Vargas, a dos manzanas del Edificio del Estado. Merece la pena por su valor histórico y su arquitectura de adobe. ¿Y también había un santuario dedicado a la Nuestra Señora de Guadalupe? En efecto. Si continúas por el distrito histórico hacia Agua Fria Street, la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe con su estatua de la Virgen, es el santuario dedicado a esta virgen más antiguo de todos los Estados Unidos. La capilla data de 1795 y cuando las vías de tren fueron abiertas en 1880, el Arzobispo Lamy, dedicó la capilla para aquellos católicos de la zona que no hablaban español.

Hemos visto muchos edificios históricos. Me encantaría sentir un poco de la cultura local. Si caminas desde la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, pasarás la histórica estación de trenes de Santa Fe. La zona parece sacada del viejo oeste, y de alguna manera se ha convertido en un distrito artístico. El Distrito Railyard me recordó al barrio neoyorquino de Chelsea, ya que ha conseguido revitalizarse gracias a las galerías y cafés, así como a la representación artística en las calles. Durante un tiempo esta zona fue descuidada, pero la gente convirtió los antiguos almacenes en estudios de arte, tiendas de libros, anticuarios y restaurantes.

He escuchado que hay mercados de granjeros locales, ¿estoy en lo cierto? Así es. Los sábados y martes (desde las 8am hasta las 1pm) se puede visitar el Mercado Local de Santa Fe. Podrás encontrar una gran variedad de productos locales, probar algunos deliciosos bocados en el puesto trasero que ofrece desayunos, y encontrar regalos artesanales únicos. Me encantan los mercados locales ya que son el mejor lugar para vivir el sentimiento de comunidad y apoyar a los vendedores locales.

El Parque Railyard es un magnífico lugar para pasear y disfrutar de la vista de las montañas a la distancia. De alguna manera me vino a la mente el High Line de Chelsea, por su diseño construido en base a unas antiguas vías de tren. De hecho, todavía se puede encontrar un vagón al final del parque, pintado de rojo brillante y con un letrero en amarillo. El parque en sí mismo es una belleza e incluye bancos, así como pequeñas placas históricas que explican la historia de las vías de tren.

¡Me encanta la naturaleza! ¿Dónde puedo ir a hacer excursiones en Santa Fe? Hay numerosos lugares alrededor de Santa Fe para ir con la bici o hacer una excursión. Con los preciosos cielos que encontrarás en Nuevo México si el día está bien, deberías aprovechar sin duda. Nosotros no tuvimos tiempo para disfrutar de un paseo, pero los paisajes que vimos en nuestro viaje y desde el avión, nos dejaron sin respiración. Definitivamente estará en nuestra lista para el próximo viaje a Santa Fe. Aquí tienes una lista de caminos locales y también quedadas para excursiones que se organizan en Santa Fe.

También sé que hay casinos en la zona. ¡Me encantaría probar mi suerte! Es verdad. Hay muchos casinos dirigidos por nativo americanos por la zona. Un ejemplo es el Buffalo Thunder Resort, aunque hay muchos más casinos. La verdad es que yo no soy muy jugadora, pero si te entra el gusanillo y quieres probar, puedes preguntar en la propia recepción de tu hotel; seguro que ellos te guían al casino que mejor se adapte a lo que buscas.

¿Algún otro consejo para comer? ¡Me encanta probar nuevos restaurantes! Si quieres cocina local, The Shed, es tu lugar. Este restaurante sirve cocina tradicional de Nuevo México, ¡y riquísimas margaritas! Un punto interesante de The Shed es que toda la comida viene acompañada de pan de ajo. Esto viene de la fusión de cocina tradicional de las familias americanas que sirven pan de ajo con la comida, que luego se unió con la influencia de la cocina de Nuevo México. Suena raro, pero a todo el mundo (incluida yo) le encanta. The Shed is uno de esos lugares que todo el mundo en el pueblo conoce; y se puede ir tanto para almorzar como para cenar. Un lugar casero, con una atmósfera familiar que te hará sentir bien desde el mismo momento que entras por la puerta.

Sé que dije que solo quería comer comida de Nuevo México, pero la verdad es que me gustaría encontrar algo diferente. No te preocupes, ¡lo comprendemos! Mientras estábamos en Santa Fe, descubrimos Draft Station, que sirves pizzas muy buenas y cervezas locales. Hay sitio para sentarse tanto dentro como fuera, y como se encuentra encima del Edificio Santa Fe Arcade, se puede divisar la Plaza. Otra opción es Il Piatto, un restaurante italiano algo más sofisticado donde comer tradicionales platos de pasta. Este restaurante ha sido referencia para los locales desde 1996, y es una opción perfecta para una cena romántica.

¿Me he perdido algo? Yo estuve en Santa Fe solo unos días para una conferencia, por lo que estoy segura de que podrás encontrar más cosas aparte de las de la lista. Si has visitado Santa Fe más veces o eres de allí, ¡por favor haznos saber nuevos lugares que incluir en la lista! Ruskomendamos una visita a Santa Fe con 5 boquerones. Un lugar absolutamente maravilloso y acogedor, ¡sé que volveré pronto!