Las Fiestas de Gràcia son unas fiestas únicas donde los residentes del barrio usan materiales reciclados para transformar sus calles

La primera vez que oímos algo sobre las fiestas de Gràcia, fue gracias a una conversación con una amiga nuestra que estaba de visita en la ciudad. Ella pensaba ir allí con unos amigos y se ofrecieron como guías para ver la feria y disfrutar de la primera noche de las fiestas. Cómo las Fiestas de Gràcia coincidían justo con la Feria de Málaga y la estábamos echando de menos, nos pareció un buen plan. Aparte de esa pequeña introducción como feria de barrio, no teníamos ni idea qué esperar cuando seguimos a la ola de gente que caminaba por las estrechas calles del barrio de Gràcia.

En la primera calle que encontramos, todo estaba decorado con abejas de colores brillantes y todo tenía que ver con la miel, las colmenas y diversas curiosidades referentes a las abejas. Tenían banderines colgados de un lado al otro de la calle entre los balcones de los edificios. Los bares habían abierto sus puertas,vendiendo cerveza y otras bebidas en vaso de plástico para llevar. Al principio estábamos un poco confusos,ya que pensábamos que toda la feria tendría la temática de las abejas, pero luego vimos un plano de las calles y nos dimos cuenta de que había otras calles también decoradas. Supimos que eran 18 calles distintas del barrio, que competían por un premio a la calle mejor decorada. Cada año los grupos de vecinos se juntan y decoran todo usando materiales reciclados y mucha creatividad.

Paseamos por la calle de las abejas y luego seguimos el camino buscando más calles decoradas con otra temática. Encontramos una que tenía el tema de la música con un tocadiscos gigantesco como escenario, en otro había colgado banderines de tela largos como si fuera una sala de baile clásico y tenía candelabros hechos de las cápsulas que se usan las máquinas de café. Por lo visto alguien había guardado muchas cápsulas y las aplastó en forma de pequeños círculos, que luego juntó alrededor de una bombilla para hacer un candelabro reciclado.

Aprendimos que antiguamente, Gràcia era una comunidad independiente de Barcelona, o sea, un pueblo. De hecho, el Paseo de Gràcia, la calle que te lleva desde el centro en Plaza de Catalunya hasta el barrio tiene su nombre porque antes era la “carretera” que la gente usaba para viajar desde Barcelona a Gràcia. La zona se incorporó en la ciudad de Barcelona en el año 1897 y ahora es una de las zonas más densamente pobladas de la ciudad. Mientras el sitio más famoso del barrio sigue siendo el Parque Güell, hecho famoso por Gaudí, ahora Las Fiestas de Gràcia, que siempre tienen lugar a mediados de agosto, están ganando más fama en toda Catalunya.

Le agradecimos al dueño del Puku Café su ayuda y nos alegramos de habernos enterado de los detalles de las fiestas y del barrio. Ya informados volvimos a la calle para seguir disfrutando de las fiestas y explorar las calles decoradas. La calle ganadora del año anterior (2011) fue Carrer Verdi. Es una calle llena de tiendas interesantes, bares y un cine independiente, que en el verano del 2012 había elegido el tema del Salvaje Oeste. Nos acercamos a la parte de la calle que habían decorado y que tenía un cartel para entrar al “Saloon”. La cola de gente para entrar señalaba su importancia. En las paredes, tenían colgados carteles de “Se busca” y algunas pistolas de juguete. Aunque la decoración más grande eran unas piernas con faldas, referenciando bailarinas de can-can tirando sus faldas hacia arriba.

También en la parte final de la calle,en una especie de caseta, había un hombre prendiendo fuego a un bol grande con alcohol. Se trataba de la famosa “queimada” de Galicia o “ron cremat” típico de Catalunya. La bebida consiste en limón, aguardiente, azúcar y café. Verlo como se preparaba fue algo impresionante y esta bebida dulce fue un tóxico delicioso en esa noche de verbena. Al salir de la “caseta” había un cactus grande hecho completamente de latas, una escultura de un indio y una montaña hecho de bolas de papel de periódico pintado de rosa. Hasta tenían una tienda de indios. Se veía que la gente estuvo muy dedicada a este proyecto creativo y no es de extrañar que Carrer Verdi volviera a ganar el primer premio este año.

Seguimos por las demás calles donde destacaban una que tenía todo decorado como un cubo de Rubik´s, una que tenía el tema de Star Wars con los distintos personajes de la película y una de mis calles preferidas, que había elegido el tema de la moda y crearon preciosos vestidos de materiales totalmente reciclados. Había un vestido hecho de cápsulas de café que mencioné antes que era muy bonito. La última calle que visitamos tenía el tema de la costura y habían colgado una cinta de medir gigante desde los balcones por encima de la calle y pusieron una caja de coser gigante con una aguja, hilo y tijeras enormes que podías sacar de la caja para jugar a “coser”.Fue sin duda una noche divertidísima.

Las fiestas duran más o menos una semana y volvimos otra noche para cenar y para escuchar algo de la música tradicional de Catalunya. La plaza del “Folk” estaba llena de gente que se congregaba para escuchar un grupo de música tradicional con un toque de rock, en una deesas noches bochornosas de agosto. Lo pasamos muy bien escuchando la música y disfrutando del ambiente que nos recordaba al barrio de Malasaña en Madrid o Williamsburg en Brooklyn. También debería mencionar que había diferentes plazas con otros géneros de música, DJs y hasta monologuistas haciendo actos solidarios.

Si, por casualidad, te encuentras en Barcelona durante las fiestas de Gràcia en agosto, lo ruskomendamos con un Boquerón de Oro. Ha sido una de las mejores experiencias durante el mes que pasamos en Barcelona. Una feria de verano siempre es divertida y ésta era especialmente creativa y divertida. Las calles, que ya son un lugar de moda, están transformadas totalmente y tiene el plus añadido de la competición amistosa que te deja con la curiosidad de quién ganará el premio de la calle mejor decorada. Sólo puedo decir que ojalá hiciéramos algo parecido en mi barrio porque ¡me encantaría ayudar y participar en transformar y decorar mi propia calle para una feria así!