La Fondazione Prada, preservación y creación unida en Milán

La idea de la Fondazione Prada en Milán es que los edificios y el arte pueden coexistir en una mezcla de preservación y creación. Un sitio único y una visita obligatoria para cualquier amante del arte contemporáneo.

Solo tuvimos un día y medio para explorar Milán, pero me gustó la ciudad desde el primer instante. La moda sofisticada y sencilla, los Aperol spritz que ponían en mi mesa con bocaditos salados y las calles estrechas con la gente apurándose con sus paraguas negros abiertos defendiéndose del día lluvioso de octubre. Fue al final del segundo día que pasamos en Milán, cuando pillamos un taxi con dirección a la Fundazione Prada. Este espacio se encuentra en una antigua destilería con edificios que son cualquier cosa menos tradicionales. De hecho, cuando nuestro guía de Milán Food Tours nos comentó que uno de los edificios estaba pintado completamente dorado, ya sabía que valdría la pena pagar el taxi hasta allí.

La Torre Dorada de la Fondazione Prada en Milán

Foto (by) de Paolo Gamba

El taxi nos dejó delante de la Fondazione Prada en una tarde que rápidamente se oscurecía. Sólo eran las cinco, pero parecía mucho más tarde entre la lluvia y los días cortos del otoño. El nombre del museo se veía en grande en un cartel electrónico en la pared del edificio, así que sabíamos que era el lugar que buscábamos. Visitar la Fondazione Prada trata tanto sobre la arquitectura de la destilería rediseñada como sobre el arte en sí mismo. El museo está compuesto de siete de los edificios originales de la destilería junto con una torre nueva, un cine y el podium. La idea es que los edificios pueden coexistir en una mezcla de conservación y creación.

Obra de Louise Bourgeois en Fondazione Prada, Milán
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

El edificio que más me gustó del museo fue, sin duda, la torre dorada. Es imposible no ver la torre desde la calle ya que se trata de un edificio de cinco plantas pintado completamente de color dorado. Nada más entrar se notaba que el edificio había sido una antigua fábrica. Casi parecía un edificio encantado con forma algo espeluznante tras años estando vacío. Las galerías estaban un poco más oscurecidas de la cuenta y dieron a la obra de Louise Bourgeois un escenario más que perfecto. Cuando los arquitectos diseñaron el museo, querían jugar con las variables espaciales. Se notaba eso también en una galería enorme, del tamaño de un almacén industrial, donde se veían las esculturas “Giacometti Variations” del artista John Baldessari. Las figuras eran altísimas, de más de 4 metros y medio y  estaban posicionadas en fila india. Y si no fueran espectaculares de por sí, el espacio hacía el resto.

“Giacometti Variations” del artista John Baldessari en Fondazione Prada, Milán
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

En otra galería bajando hasta la planta sótano encontramos el “Processo Grottesco,” que forma parte de la colección permanente del museo. El Processo Grotessco, del artista Thomas Demand, es una reproducción de una cueva artificial en la isla de Mallorca. Trás una investigación exhaustiva, el artista ha podido recrear la cueva artificial usando impresoras 3D. El resultado es una cueva oscura y gris que nos dejó alucinados con cómo el artista estudiaba cada detalle basado en las fotos y documentos, en un intento a realizar una reproducción lo más exacta posible.

El Processo Grotessco, del artista Thomas Demand en Fondazione Prada, Milan
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

Las exposiciones tanto temporales como permanentes fueron excelentes, pero otra cosa que ayuda a poner la Fondazione Prada en nuestra lista de “cosas que ver en Milan” es el Bar Luce. El bar del museo se encuentra justo al lado de la entrada a las galerías y la decoración es una fantástica combinación de hipster, italiano y kitsch. Las paredes están decoradas en tonos crema, rosado y verde y en una esquina había una maquina de discos que funcionaba cambiándola quien quisiera. En la barra había un grupo de treintañeros disfrutando del aperitivo después de trabajar. Decidimos tomar un Aperol spritz y venía con un plato de varios bocaditos salados. Fue el final perfecto para nuestro día en el museo.

Aperitivo con un Aperol Spritz en Bar Luce de la Fondazione Prada en Milán
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero

Si te interesa el arte moderno o la arquitectura, sin duda tienes que visitar la Fondazione Prada (que luego aprendimos que no está tan alejado de la parada de metro como pensábamos al principio). El espacio único y el arte de primera clase merecen mucho la pena. Y si tienes tiempo, tómate algo en el Bar Luce…¡a fin de cuentas, es lo que harían los italianos! Ruskomendamos la Fundazione Prada y el Bar Luce con 5 boquerones.

Fondazione Prada en Milán
Foto (by-nc-nd) de El Boquerón Viajero
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Foto portada (by-nc) de Matteo Bittanti
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Abby Roule
I was born and raised in Pennsylvania, USA. I've lived in Reading and Pittsburgh (PA), in New York City for 6 years and in Spain for 5 years (in Madrid, Sevilla, Barcelona, and now Málaga). I designed Rusko!
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