Viajar por placer nunca pasa de moda. Y es que si algo nos ha dejado claro esta maldita pandemia es la necesidad que tenemos de conocer sitios nuevos y de, en definitiva, vivir nuevas experiencias. No en vano, el espíritu aventurero es, más allá de lo puramente biológico, es uno de los rasgos distintivos de nuestra especie. Además, la propia pandemia nos ha obligado a buscar nuevas fórmulas vacacionales con las que poder mantener cierto distanciamiento social. Alojamientos rurales, caravanas, apartahoteles y más recientemente la navegación en mar abierto. Es en esta última opción en la que nos vamos a centrar, ya que alquilar un barco sin contar con licencia ofrece multitud de ventajas.
¿Qué necesitas para alquilar un barco sin licencia?
Como persona nacida en ciudad de mar (Málaga), he crecido muy pegado a todo lo relacionado con este paraíso terrestre. No eran pocas veces las que de chico, y también de más grande, salíamos a la mar. Independientemente de si eres un marinero experimentado o un grumete aficionado, lo único que tienes que tener en cuenta a la hora de hacerte con una embarcación es tus ganas de navegar y conocer nuevo mundo. Y es que casi todo son ventajas.
En primer lugar, es posible navegar sin licencia con unas pequeñas indicaciones, que dependerán del barco, las condiciones del destino y el trayecto a recorrer. En el caso de España, conviene tener en cuenta que se puede navegar sin licencia alguna a no más de 2 millas de la costa siempre que la embarcación no tenga una eslora superior a 5 metros y una potencia inferior a 15 CV. Cifras que, en el caso de los veleros asciende a los 6 metros de eslora. No obstante, se trata de normas que pueden oscilar considerablemente en función del país de origen.
Eso sí, en el caso de viajar solo, resulta de vital importancia tener en cuenta varios factores:
- Si bebes no navegues (puede parecer algo obvio pero no siempre es respetado).
- Sigue a rajatabla los límites de la embarcación.
- Ojo con el tiempo y la climatología.
- Asegúrate de contar con elementos de seguridad como el chaleco salvavidas.
- Ten en cuenta la normativa de cada país.
Contratar un patrón de barco
En segundo lugar, pero no por ello menos importante, siempre podemos requerir los servicios de un patrón a bordo que nos garantice llegar, nunca mejor dicho, a buen puerto. Esta última viene a ser la opción más tranquila, ya que el personal cualificado se encarga de todo lo relacionado con el barco, navegación incluida, para que nosotros podamos desconectar por completo. Además, al viajar con un experto a bordo, podrás aprovechar para aprender nociones importantes que te serán útiles en tus próximas vacaciones. Todo ello sin olvidar que nos encontramos ante un profesional familiarizado con la embarcación, la ruta escogida y las condiciones meteorológicas imperantes en la zona. Podremos aprovechar sus conocimientos sobre cada destino a visitar, y apreciar, lugares menos habituales, turísticamente hablando.
Navegar cura alma, mente y cuerpo
Las ventajas de viajar en barco no se limitan a aspectos económicos o fisiológicos, sino que también abordan, nunca mejor dicho, factores puramente emocionales e incluso, por qué no decirlo, medicinales. Y es que navegar tiene un claro efecto relajante en la mayoría de nosotros. Sentir la brisa en la cara mientras navegamos en medio del mar, sin cobertura y tumbados bajo el sol, viene a ser lo más parecido al paraíso en la tierra. Por no mencionar las vistas que nos ofrecen los trayectos marítimos o el moreno que toma nuestro cuerpo serrano.
En definitiva, una delicia para todos los sentidos y un bálsamo para nuestro cuerpo. Y la cosa no se queda ahí, ya que poder llevarnos la casa a cuestas también incide en un claro descenso de nuestro estrés. Algo tremendamente necesario en una sociedad que, precisamente, gira entorno a dicha sensación continua de desasosiego, nerviosismo y angustia.
Una experiencia única
Llegados a este punto varias son las cosas que quedan meridianamente claras. Por un lado, los barcos en alquiler con o sin patrón han pasado a ser una de las opciones vacacionales más escogidas por las personas que buscan experiencias nuevas y una forma diferente de desconectar y alejarse de la civilización. Además, y sobre esto no hemos hablado con anterioridad, estamos ante una alternativa que, en función de la embarcación y el destino escogidos, se puede adaptar perfectamente a todos los presupuestos y bolsillos.
A diferencia de lo que muchos puedan pensar, nos encontramos ante un sector sobre el que abundan los prejuicios. Para nada se trata de una elección fuera del alcance de los bolsillos menos pudientes. No, no hay que ser millonario para poder disfrutar una experiencia mágica e irrepetible.
Es hora de dejar atrás las malas vibraciones y lanzarnos al abordaje de los 7 mares… «Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios mi libertad. Mi ley la fuerza y el viento, mi única patria la mar.