La Pasión Viviente de Balmaseda es una de las más reconocidas en España, a pesar de su carácter religioso, es una forma de conocer su identidad cultural.
España tiene una manera especial de celebrar la Semana Santa que es tan única como famosa. En España se pueden encontrar todo tipo de procesiones, desde las más solemnes y silenciosas hasta aquellas con música y gente yendo de un lado para otro intentando ver el máximo posible de procesiones. Y aunque es cierto que tanto las procesiones como las celebraciones de Semana Santa tienen un carácter religioso, también parte intrínseca e importante de la cultura española.
No hace mucho aprendimos sobre una importante y antigua tradición en el pueblo de Balmaseda, Vizcaya en el País Vasco. Aunque no hemos tenido la suerte de visitar el pueblo de Balmaseda, pensamos que sería interesante compartir con vosotros su especial tradición del Jueves y Viernes Santo (¡especialmente para aquellos que tengáis pensado pasar la Semana Santa por los alrededores!). En Balmaseda, han recreado la Pasión Viviente incluyendo escenas desde la Última Cena hasta las estaciones de la cruz.
La idea de incluir una representación teatral junto con las procesiones religiosas por las calles no es exclusivo de Vizcaya. De hecho, en Málaga, se puede ver una representación similar en Río Gordo. En Balmaseda, sin embargo, la tradición se remonta a mucho antes, datando de 1865. Es de entonces, de cuando se encuentra la primera documentación consistente, en la que narran como personas acompañaban a la procesión, presumiblemente para hacerla más realista y para que evocara más emoción tanto entre los espectadores como entre los participantes.
Conforme han ido pasando los años, se han ido añadiendo más y más detalles a la parte teatral de estas procesiones. En 1935, añadieron el fallo del tribunal de Poncio Pilato. En 1963 empiezan a representar la crucifixión por primera vez y en 1984, agregaron la Última Cena. Actualmente hay más de 650 personas que ayudan a representar las diferentes estaciones de la cruz y la Última Cena. Es un espectáculo impresionante que ruskomendamos a todos los que puedan pasarse. De hecho en este vídeo podéis ver el realismo que tienen dichas representaciones.
Esta es una oportunidad increíble de experimentar la Semana Santa de una forma diferente. Como hemos mencionado, aunque se trata de una procesión religiosa junto con una representación teatral, es interesante tanto para los turistas como para los lugareños, ya que pone de manifiesto la tradición y la cultura local. Si quieres aprender más sobre este evento o quieres asistir a verla en directo, te recomendamos que entres en la web del Vía Crucis de Balmaseda y te apuntes, ya que el aforo es limitado.
¿Y tú, conoces alguna representación viviente más de la Semana Santa? ¡Déjanos un comentario y cuéntanos la experiencia!
**Nosotros no hemos tenido la suerte de visitar Balmaseda. La oficina de Turismo de Balmaseda nos han proporcionado la información para compartir sus fiestas, pagándonos por ello, pero sin ser impuestos a ningún tipo de crítica positiva o línea editorial diferente a la nuestra.
¡Qué curioso y qué interesante! No tenía ni idea de la existencia de la pasión de Balmaseda ni (lo que tiene más delito) de la de Riogordo. Para este año ya no podrá ser, que nos vamos a Japón, pero apuntado queda para la Semana Santa 2016. 🙂