El Restaurante Montana nos ofreció una magnífica calidad en un lugar histórico de Málaga
El Restaurante Montana se sitúa en una de las zonas de Málaga con más tradición y solera como es la Victoria. Este restaurante es bastante conocido en Málaga y fuimos restaurante por recomendación de un amigo nuestro, que nos dijo que había comido muy bien. Aprovechando que los jueves es día de cena con monólogo, creímos que sería divertido combinar dos placeres como son la risa y la comida.
Al entrar ya empiezas a notar los detalles los cuales están cuidados al mínimo y el servicio es profesional. Dispone de un restaurante, así como de una terraza para verano en donde tienen pensado poner una zona de lounge para tomar copas entre palmeras y el magnífico clima malacitano. En invierno, lógicamente y a pesar del suave clima que de por sí tiene Málaga, preferimos cenar dentro, que además es donde se celebraba el monólogo.
Nos atendió un camarero muy simpático y profesional que se llamaba Lolo. Nosotros íbamos con la idea que nuestro amigo nos había dicho, en la que ellos te ofrecían un menú degustación y te iban maridando con distintos vinos y explicándote los platos. No sabíamos que dicha opción debía pedirse con antelación. A pesar de esto, el camarero, siempre queriendo agradar, nos dio la posibilidad de elegir los platos que más nos gustaran y él mismo haría con ellos un menú degustación, al que denominó “menú especial Lolo”.
Ayudado de sus recomendaciones, empezamos una larga lista de los platos que nos apetecía y que teníamos ganas de probar. El primer plato, acompañado de un tinto de Castilla la Mancha, fue una ensalada templada de panceta con manzana caramelizada y vinagreta de mostaza y miel. El siguiente dos tostas de queso curado ligeramente gratinado y anchoas. Excelente hasta ahora y esto no había hecho más que empezar.
Ahora tocaba probar con vino de Rioja para los siguientes platos. Sin duda el siguiente fue el plato estrella, un auténtico manjar los huevos rotos estilo Cándido con ajada y secreto ibérico. Para acabar los aperitivos nos pusieron ocho croquetas, mitad de bacalao y mitad de jamón. Sin duda, con esto ya habríamos comido, ya que cada plato era del tamaño de una ración normal, pero quedaba el plato grande. Acompañado ahora de vino blanco, nos pusieron rape al horno con 2 salsas, ajada con aceite oliva virgen extra y vinagre de Jerez.
Con todo esto no quedó espacio para el postre, aunque nos invitaron a unos chupitos de varios sabores. Mientras tomábamos los chupitos empezó el espectáculo, que consistía en un monólogo del gran JoseRekena, que pronto estará en el Club de la Comedia. Al más puro estilo malagueño, y con mucho estilo y cuidado nos sacó grandes momentos de risa. Al final tuvimos la oportunidad de felicitar al chef Juan por el gran trabajo que hace. La ruskomendación del Restaurante Montana es de 5 boquerones.