Gijón es un perfecto equilibrio entre la tradición y la modernidad
Desde Villaviciosa partimos rumbo a Gijón. Esta ciudad, junto con Oviedo, Avilés, Langreo y Mieres, forma parte del llamado “ocho asturiano” (así nombrado por la forma geométrica que resulta al unir las localidades con una línea imaginaria). La ciudad de Gijón fue capital de los dominios musulmanes, en la región transcantábrica, desde la Edad Media hasta el año 713. Reflotaría con éxito de nuevo en los Siglos XVII y XVIII cuando empezó comerciar con las colonias americanas. En la época moderna, Gijón es más conocida por la explotación y transporte del carbón, junto con la siderurgia.
Al llegar, paramos primero en el estadio de El Molinón (del Sporting de Gijón, equipo de fútbol de la ciudad). A Rusko le gusta el equipo del Málaga (lo cual es completamente comprensible ya que es su ciudad…hay que ser leal) pero es aficionado del deporte y siempre le gusta visitar los estadios de otras ciudades y coleccionar las bufandas.
A continuación entramos en la ciudad y lo que más nos impresionó fueron sus edificios y arquitectura. Mucha gente dice que en Gijón no hay nada que ver, pero esa no ha sido nuestra experiencia. Encontramos una gran cantidad de edificios con decoraciones de molde alrededor de las ventanas, y colores bonitos como azul turquesa o verde oscuro. Nos recordó bastante a los años 30 y 40 del siglo pasado. Fue una pena que no tuviéramos mucho tiempo para quedarnos en la ciudad y hacer un foto-recorrido de sus calles, para enseñar la belleza del antiguo mezclado con la vida moderna.
Tras aparcar, pasamos por la Parroquia de San Lorenzo y el Teatro Jovellanos cerca del Paseo de Begoña. El teatro fue impresionante y el Paseo de Begoña se trata de una calle ancha y peatonal donde hay muchas terrazas y gente viendo escaparates. Continuamos hasta el paseo marítimo donde tuvimos una vista muy buena de la casa de Jovellanos (poeta español del Sig.XVIII) que parecía un cruce entre un palacio y una iglesia. Desgraciadamente no tuvimos tiempo para acercarnos y ver el Barrio de Cimadevilla, porque empezaba a ser tarde. Aún nos faltaba una hora en coche para llegar a nuestro paradero donde pasaríamos la noche, así que optamos por tomar una coca-cola con vistas al mar y disfrutar del ambiente de Gijón.
La cafetería Náutico se encuentra justo en el paseo marítimo en la calle Jardines del Náutico. Tiene una zona lounge con sillas, cojines blancos y muebles de mimbre con vistas al mar. Es un sitio muy bueno para tomar una copa con amigos o para una cita especial ya que las vistas del mar son insuperables. Luego, en la parte interior era más tipo bar-discoteca con los muebles más modernos y la decoración mayormente en negro. El local disponía de un espacio para bailar a partir de ciertas horas cuando retiran las mesas.
Si hubiéramos tenido más tiempo nos hubiéramos acercado a ver las Termas Romanas que fueron construidas en los siglos I y IV d. de C. y eran los baños públicos de la ciudad. También nos habría gustado subir al Torre del Reloj para obtener las vistas de la ciudad. Aun así ruskomendamos la ciudad de Gijón con 4 boquerones tanto por su historia como por sus calles con una arquitectura única.
