A pesar del calor que hacía, nos encantaron los famosos Miguelitos de La Roda de Albacete
Uno de nuestros momentos preferidos del año, es cuando hacemos nuestra ruta en coche recorriendo distintos lugares. Esa sensación de libertad en la carretera, de poder contemplar tranquilamente la belleza de los paisajes y el poder pararte donde te apetezca, no tienen comparación con otro tipo de transporte. Durante nuestra ruta por el este de España, y de vuelta hacia Madrid, decidimos hacer una parada intermedia en el pequeño pueblo de La Roda de Albacete.
Dos horas después de salir desde Alicante, y con un calor inmenso, llegamos a La Roda de Albacete. Las calles estaban desiertas, debido lógicamente al calor que azota estas tierras durante el verano. A priori daba la impresión de ser un pueblo castellano, grande y con bastante arquitectura, pero no era momento aún de hacer visitas. Por ello, antes de visitar y conocer mejor el pueblo, decidimos darnos un homenaje en un restaurante llamado Casa Antonio (C/ Mártires, 14). Un restaurante montado sobre un palacio con una arquitectura destacable.
Dentro de éste nos encontramos con el típico mesón familiar donde poder disfrutar de multitud de platos caseros de la tierra. En nuestro caso nos decantamos por una sopa castellana, un revuelto de morcilla, patatas y pisto y queso con romero. Habiendo comido como reyes y pagando un precio más que aceptable, el único detalle negativo podría decirse que fue que tardaron mucho tiempo en cobrarnos y tuvimos que ir finalmente a la mesa a darles el dinero, después de haberlo pedido más de cuatro veces (en intervalos de tiempo considerables). Pequeños detalles que se podrían salvar fácilmente y que no acaban de poner la guinda.
Tras esto y con todo el calor cayendo encima nos dispusimos a conocer un poco el pueblo hasta que no aguantáramos más. Una de las cosas que más llama la atención de La Roda de Albacete, es el recorrido que se puede hacer visitando la ruta de los escudos. Se pueden ver diferentes decorados en multitud de edificios donde se encuentran representados los personajes que han habitado este pueblo. Otro edificio que sin duda no debe dejarse de visitar es la Iglesia del Salvador, que se encuentra situada subiendo una cuesta desde la calle Cervantes.
Debido al calor y que no teníamos mucho más tiempo pusimos rumbo hacia Madrid de nuevo. ¿Pero de verdad os creíais que nos íbamos a ir de La Roda sin probar su más famosa creación pastelera? ¡Ni hablar, no nos íbamos a ir sin probar los auténticos Miguelitos de La Roda de Albacete!, de los que tanto habíamos oído hablar. Fuimos a una pastelería cercana al restaurante donde habíamos comido y compramos unos cuantos.
Aunque nosotros fuimos en coche a La Roda, llegar es bastante fácil. Podéis entrar en la página web de GoEuro para encontrar diferentes posibilidades tanto en autobús, en tren o en avión (aunque a La Roda en avión no se puede llegar). Lo que nos gusta de esta página es que incluye opciones para viajar en el autobús, un medio a veces tan olvidado y que conecta con infinidad de lugares. El único pequeño detalle de esta web en contra, es que todavía no tiene tanta cobertura fuera de Europa, ¡así que esperamos que se extienda por Estados Unidos! Ruskomendamos una visita a La Roda de Albacete con 3 boquerones.
**Este artículo ha sido patrocinado por GoEuro sin imponer ningún tipo de crítica positiva o línea editorial diferente a la nuestra. Como siempre la opinión y la experiencia es totalmente personal.