Trastevere en Roma siempre ha destacado por el encanto de sus calles y su ambiente bohemio

Ubicado a las orillas del Río Tíber (en italiano Tevere) en Roma, justo al sur del Vaticano, la región de Trastevere es uno de los barrios más bohemios de Roma. Esta zona llena de calles serpenteadas está repleta de bares, restaurantes y pequeñas tiendas que nos hicieron pensar en Greenwich Village en Nueva York of Malasaña en Madrid. Resulta que Trastevere ha sido considerada la zona más multicultural durante siglos, y sus calles adoquinadas, demasiado estrechas como para dejar pasar un carruaje, son a su vez lo que le da a Trastevere su encanto actual.

Llegamos justo después de la puesta del sol y de inmediato caímos en la trampa, como casi cualquier visitante en Roma, del peligro de los peligros: el helado a precio más caro de lo normal. Ya lo sé, estaríais esperando que Rusko os diera consejos para evitar un error tan básico y común de los viajes a Roma, pero por mala fortuna no hemos podido hacerlo. Aun así, quiero añadir que una vez que me recuperé del precio astronómico de mi helado sabor pistacho ¡disfruté como una enana que se come su primer helado en su vida! De hecho, si te encuentras en una situación semejante, os sugiero que adoptéis esta actitud, por lo menos hasta que acabéis el helado. Luego puedes volver tranquilamente a tus actitudes pragmáticas y jurar que de ese momento en adelante vas a mirar muy bien los precios y la letra pequeña. Pero durante ese instante, levanté mi cuchara y disfruté de mi copa de helado pistacho por todo lo alto.

Nos habían dicho, y con razón, que debíamos dejarnos llevar y perdernos por el barrio de Trastevere, ya que el encanto se encuentra en la confusión. Aun así, decidimos empezar nuestra visita por la plaza principal, la Piazza Santa María, donde hay una iglesia antigua muy bonita. Desde allí anduvimos por las calles iluminadas en parte por el crepúsculo y en parte por las lámparas que daban su luz amarillenta. Se podían ver muchos estudiantes y turistas, pero también italianos aprovechando las últimas horas del domingo.

Paramos en un café-bar y tomamos una copa de vino tinto mientras mirábamos por la ventana a la gente pasear: parejas cogidas de mano, turistas con guías abiertas, y a nuestro lado en un sofá de la esquina, un grupo de mujeres de mediana edad, obviamente amigas desde hace muchos años, disfrutando de un vinito y muchas risas. Esto me pareció el disfrute máximo del momento, y a pesar de que suene a viajero iluso y romántico, un poco de romanticismo en cada momento nunca ha hecho daño a nadie.

Un poco más tarde, ya era la hora de cenar. Buscamos por las calles cercanas y al final encontramos un sitio que, aunque quizá no sea el mejor restaurante del barrio, estaba lleno de familias italianas (algo que nos aseguró de que íbamos a evitar otro caso como el helado a precio altísimo). La pizza y pasta que compartimos no estaba mal, pero tampoco fue la mejor que he comido en mi vida (para ser sinceros la mejor pizza que he probado en Roma fue en Bafetto 2). Después de cenar hicimos una última parada antes de volver al hotel en un bar del barrio.

Ruskomendamos el barrio de Trastevere con 5 boquerones por ser un barrio bohemio que te deja escapar un poco de la zona turística cerca del Vaticano o el Coliseo. Trastevere es un sitio ideal para ir, especialmente si te gusta la fotografía o si te apetece perderte en una zona multicultural y artística con mucha historia. Si además, te apetece dormir rodeado de estas icónicas calles y quieres encontrar un lugar donde alojarte en Trastevere, puedes consultar la web de Oh-Rome donde hay diferentes y buenas opciones.