Si preguntas a cualquiera qué ver en Cambridge, lo primero que le vendrá a la cabeza será Harvard y el MIT. Pero esta pequeña ciudad tiene una atmósfera y energía únicas.
Si desde Boston cruzamos el Puente Longfellow con sus candados y sus preciosas vistas del Río Charles, llegaremos a Cambridge; posiblemente una de las zonas más conocidas del mundo gracias a sus dos famosas universidades (aunque muchas veces no se sepa). Y es que, aunque mucha gente asocia el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y la Universidad de Harvard a Boston, realmente se encuentran en la ciudad cercana de Cambridge, a la que se llega fácilmente en metro desde el Downtown de Boston. Fue en Cambridge donde pasamos una noche (concretamente en el Hotel Charles del que ya hemos hablado) y realmente consiguió capturarnos y sorprendernos gracias a su energía, su calidad de vida y, como no, por ese ambientillo universitario que siempre echamos de menos.
¿Y cómo llega esta ciudad a llamarse Cambridge? En 1636, la New College (que más tarde se llamaría Harvard College en honor a John Harvard) fue fundada por los colonialistas para formar a los ministros. El Newe Towne (posteriormente Cambridge) fue el lugar elegido para albergar la Universidad General de Justicia (para la legislatura de Massachusetts). Poco a poco la zona va cogiendo cada vez más fama a nivel académico y en mayo de 1638 se le cambia el nombre a Cambridge, en honor de la famosa Universidad de Cambridge en Inglaterra. ¡Y es por ello que no hay que confundir la famosa universidad inglesa con el nombre de la ciudad que alberga dos de las universidades más importantes del mundo!
Paseando por el Campus del Massachusetts Institute of Technology (MIT)
Como todos sabéis, tanto Abby como yo somos grandes aficionados a visitar universidades históricas cuando viajamos. Paseando por ellas imaginamos la cantidad de historias y personajes que han pasado por ahí, sentimos el aliento y la inspiración para emprender nuevos proyectos, y nos entran ganas de regresar para poder de nuevo investigar y estudiar. Pero siendo Ingeniero en Informática y aprendiz constante de las nuevas tecnologías, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) siempre ha sido un punto de referencia que personalmente tenía como objetivo visitar.
Para que os hagáis una idea, el MIT tiene una tasa de aceptación de solo el 9% de entre las más de 20.000 personas que cada año presentan solicitud . Entre sus profesores ha habido o hay 78 Premios Nobel, 52 Medallas Nacionales de la Ciencia, 45 Rhodes Scholars y 38 MacArthur Fellow, (entre ellos Buzz Aldrin, Noam Chomsky o Kofi Annan) ¡casi nada! El Campus Universitario del MIT es el primer lugar que vemos tras cruzar el puente, y hay jardines, residencias y las diferentes escuelas.
Podemos entrar sin ningún problema en sus edificios, perdernos por los pasillos, hablar con los universitarios sobre sus investigaciones y, si tenéis suerte, quizá alguno de ellos pueda enseñaros algo interesante. Yo estaba muy emocionado y podría haber estado horas dando vueltas a su alrededor. Al lado de la orilla pudimos ver a muchos universitarios con sus kayaks dirigiéndose al río (¡qué envidia!)
La energía de las tiendas y restaurantes de Harvard Square
Tras terminar con el MIT y su campus nos metimos de lleno en el corazón de la ciudad de Cambridge; la zona conocida como Harvard Square. No os confundáis con Harvard Yard donde está el campus de Harvard del que hablaremos luego. “The Square”, como se conoce localmente, es la zona que está justo al lado del campus de Harvard, y es mayormente una zona comercial con restaurantes, tiendas y mucha energía. Fue aquí donde entramos a la tienda de productos de la Universidad. Y si queréis quedar con alguien de Boston y alrededores y dejarlo sorprendido, quedad en “el quiosco”. Está en el medio y se ha convertido en uno de los lugares más populares de la ciudad por ser un fácil punto de encuentro.
Aprendiendo sobre el Campus de Harvard gracias a “Cambridge Tours”
Al igual que el MIT, el Campus de Harvard es casi obligatorio visitarlo si vas a viajar a Boston y alrededores. Nuestro mayor acierto fue coger una visita guiada con los chicos de Cambridge Historical Tours. Tuvimos la suerte de que nos acompañara a una visita privada Daniel Berger-Jones, socio fundador, actor de teatro y conocedor de la ciudad. ¡Y menudo figura! Durante una hora y media nos llevó por todo el campus, nos contó leyendas, secretos e historias que nunca hubiéramos aprendido si no llega a ser por él. Nos encantó su forma de contar las historias y la diversión que le ponía a ellas.
La Universidad de Harvard coge su primer nombre cercano al actual con Harvard College (anteriormente New College) en 1639. Alrededor de esta universidad circulan varias leyendas que son falsas. La primera es que hay que tocar el pie izquierdo de la estatua de John Harvard para que dé suerte, porque los estudiantes lo hacen tradicionalmente. Pues bien dos mentiras hay aquí: la primera es que no es una tradición en Harvard que los universitarios lo hagan; si no un guía que tuvo su día ingenioso y lo convirtió en moda. El segundo error es pensar que sea una estatua representando al propio John Harvard (aunque lo ponga). Se trata del estudiante Sherman Hoar que se hizo famoso entre sus compañeros por posar para este fin. ¡Es más, no hay representaciones reales de John Harvard!. Y para concluir, John Harvard no fundó la universidad, aunque eso sí, fue su mayor benefactor y eso contó mucho.
Éstas fueron algunas de las muchísimas historias que nos contó Daniel durante el recorrido. En él empezamos viendo antiguos pisos de estudiantes y conociendo algunas historias (escándalos) que ya os podréis imaginar ocurrían dentro. Y claro, estamos hablando de que algunos de sus estudiantes seguramente serían ministros, presidentes o empresarios importantes en el futuro, por lo que los escándalos eran todavía mayores. Luego paseamos por las diferentes facultades y por la biblioteca, que con más de 18 millones de volúmenes, es el sistema de bibliotecas más antiguo de Estados Unidos, el mayor académico y el más grande sistema de bibliotecas privado en el mundo.
También nos contó la historia de cada uno de los colegios y escuelas que hay en el campus. Es un espacio lleno de magia, historia y rincones que descubrir. Nosotros lo visitamos cuando todavía no había empezado el curso, pero me encantaría volver en pleno funcionamiento. Y esto es básicamente todo lo que ofrece la ciudad de Cambridge, ¿os parece poco? A nosotros nos encantó y ruskomendamos una visita con 5 boquerones.
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Dónde dormir en Cambridge
- Hotel Charles. En este artículo puedes leer toda nuestra experiencia en el Hotel Charles.
Dónde comer en Cambridge
- En esta ciudad solo comimos en un restaurante chino llamado Yenching (1326, Massachusetts Ave, Cambridge, MA 02138). La comida estaba bien, aunque según leo por ahí no es muy auténtico. Pero bueno la verdad que por el precio no estuvo mal, ya que comimos tres personas bien por $37.
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**Al Tour por Cambridge fuimos invitados por la Oficina de Turismo de Massachusetts, sin ser impuestos a ningún tipo de crítica positiva o línea editorial diferente a la nuestra. Como siempre la opinión y la experiencia es totalmente personal.