Covadonga: Belleza y fantasía; visita a los lagos, ermita y basílica
El segundo día se levantaba bastante nublado y tras terminar de visitar la parroquia de Cangas de Onís, teníamos la intención de ver los lagos de Covadonga, su entorno y su santuario. Podemos llegar a Covadonga en coche o en transporte público (a los lagos solo podremos subir en coche desde las 8 de la tarde hasta las 10 de la mañana). Existen cuatro aparcamientos donde poder dejar el coche desde Cangas de Onís hasta Covadonga (Cangas Centro, La Venta, El Bosque y El Repelao). En ellos podremos comprar los billetes de autobús (7,5€, de 10:00 a 18:30) para subir a cualquier punto de Covadonga.
Nosotros dejamos el coche en el aparcamiento de El Repelao, cerca de la cascada y el santuario, para coger el autobús que nos llevaría a los lagos. El día estaba bastante nublado y sabíamos que no podríamos disfrutar del paisaje de la misma manera, (aunque creo que merece la pena igualmente subir). La carretera hasta los lagos es bastante peligrosa ya que no permite en muchos puntos el paso de dos coches, se pueden cruzar animales y podemos encontrarnos baja visibilidad. En la parte superior tenemos el último aparcamiento (Buferrera) y el final de trayecto del autobús.
Ruta por los Lagos de Covadonga
Al llegar hay una oficina de información que te indica las rutas que se pueden seguir. Existe un itinerario largo y otro corto, y nosotros optamos por el segundo donde se visitaba lo principal (podéis descargaros el mapa completo aquí). La visita a este paraje la ruskomendamos con 5 boquerones y se nos hace obligatoria. Si el día está nublado, como fue nuestro caso, podremos dejar correr nuestra fantasía con paisajes infinitos, además de contemplar bellos enclaves naturales o ver animales en libertad.
La ruta que seguimos era circular y empezaba con una visita al Centro de Visitantes Pedro Pidal (Marqués de Villaviciosa y que pudo ser de los primeros en coronar estos picos), donde se nos muestra una recreación de lo que nos vamos a encontrar, mediante maquetas y reproducciones de los elementos que componen este parque. Al salir veremos el Arboreto, con especies autóctonas. Seguiremos el camino, totalmente indicado, que nos otorgará vistas preciosas de este parque y animales libremente pastando.
El siguiente punto de interés son las antiguas Minas de Buferrera, que pararon en 1972 y de las que se obtenía manganeso. Actualmente lo que nos encontramos son recreaciones de galerías y elementos que se utilizaban para la explotación, a través de las cuales podremos imaginar como pudo ser en otra época. Tras esto, nos encontramos con el primero de los lagos: el Lago La Ercina. La verdad es que poco pudimos ver debido a la niebla, así que nos conformamos con utilizar la imaginación de qué podría haber tras el lago.
Entre este lago y el siguiente se encuentra el Mirador de Entrelagos, un punto de bastante interés si el día nos lo hubiera permitido. El Lago Enol es el segundo de los lagos y se encuentra cerca del punto final de nuestra ruta. Cerca de éste, entre la niebla, iban apareciendo vacas y toros conforme te acercabas al lago. Su nivel de visibilidad era parecido al anterior, así que apenas pudimos ver la orilla. El siguiente punto sería de nuevo el aparcamiento, desde cogimos el autobús para bajar hasta Covadonga de nuevo.
La Ermita y la Basílica de Covadonga
A continuación nos acercamos a visitar la ermita de la Virgen de Covadonga. Antes de esto, en la parte inferior (la Virgen se encuentra en una gruta elevada) podremos ver el nacimiento del río Deva, que nace de entre las rocas para generar una preciosa cascada. Junto a la caída de dicha cascada, se encuentra la famosa Fuente de los Siete Caños. Cuenta la tradición que quien beba de sus caños, se casará al año siguiente (en nuestro caso esperamos que esto pase y por si acaso aumentamos las posibilidades).
Subiendo las escaleras que se encuentran en la base de la cascada, llegaremos a la capilla donde se encuentra la Virgen de Covadonga. Es curioso ver a algunas personas subiendo las escaleras en modo de promesa, bien de rodillas o rezando. En la capilla está prohibido hacer fotos y es bastante normal tener que esperar un buen rato para acceder. Dentro nos encontramos con una virgen de tamaño reducido cogiendo en brazos a un niño Jesús y unas vistas maravillosas de Covadonga. También, cuenta la leyenda, se encuentran los restos de Don Pelayo y su mujer, aunque de esto no hay pruebas fehacientes.
La última de las visitas la hicimos a la Basílica de Covadonga, un ejemplo claro de arquitectura neorrománica de los siglos XIX y principios del XX. Ciertamente, contrasta bastante, por su ostentación, con el resto de enclaves naturales visitados anteriormente en Covadonga. Junto a ella se encuentra el Monasterio de San Pedro, una estatua de bronce que rememora a Don Pelayo y el obelisco con la Cruz de la Victoria, símbolo del Principado de Asturias. Sin lugar a dudas una visita ruskomendada con 5 boquerones en su conjunto (5 boquerones para los lagos, 4 boquerones para cueva y cascada y 4 boquerones para la basílica).
[…] paseamos por sus calles, disfrutamos de su gastronomía y pasamos la noche. La mañana siguiente visitamos Covadonga, donde subimos a los lagos y visitamos el […]
Asturias y en particular los Lagos de Covadonga son una belleza.
Aunque visité los lagos en pleno verano, también me ocurrió que algunos días tuvimos niebla (sobre todo al atardecer).
De todas maneras, con niebla o con sol, los parajes que se disfrutan allí son inigualables.
Saludos desde El terrao.
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