Disfrutamos de la cultura del vino en los viñedos y bodegas D.O. Ribeira Sacra, descubriendo la belleza incomparable de sus paisajes y acompañados de monasterios e iglesias románicas.
Nos encontramos con la Ribeira Sacra casi sin querer durante nuestro viaje a Galicia. Fue gracias a una parada en el Pazo de Eidián, un alojamiento rural situado no muy lejos del Camino de Santiago, donde de repente nos acordamos de los vinos locales de la región. Estaba sentada en el patio y miré hacia arriba donde crecían unos viñedos para dar sombra a la zona y le mencioné a Pedro la idea de investigar los viñedos locales para hacer una visita y una cata.
Gracias a las recomendaciones de nuestros anfitriones del Pazo de Eidián, al día siguiente nos encontramos de paseo en coche por los paisajes verdes camino a la Ribeira Sacra y los viñedos de La Vía Romana. La Ribeira Sacra recibe su nombre por el gran número de conventos e iglesias en la región. De hecho, es parte de la “Ruta de Invierno” del Camino de Santiago. El nombre “Vía Romana” tampoco es casualidad. Galicia se incorporó como parte del Imperio Romano durante el reino de Augusto (29-19 a. C.) y con los romanos llegó el vino. El problema es que la zona es muy montañosa y los viñedos tenían que ser construidos con una inclinación importante. Hoy en día el resultado es unas vistas impresionantes y complicaciones para un todoterreno, así que imaginad la dificultad que añade también a la tarea de sembrar y recoger la cosecha.
No es de extrañar que los viñedos fueran más o menos abandonados tras la Guerra Civil Española, porque aparte de las condiciones complicadas, la cosecha de estas viñas no es muy grande así que es difícil de que salga rentable. Por suerte, los vinos locales con cosechas pequeñas están de moda y la gente empieza a interesarse por el enoturismo. Así es como nos encontramos haciendo una ruta con el todoterreno alquilado para entrar en una carretera con muchas curvas que subía por la montaña al borde del río Miño en dirección a la bodega Vía Romana para echar un vistazo a su proceso de elaboración.
Los vinos tintos son los más conocidos de la región y se hacen con la uva Mencía. A veces se compara con la pinot noir en cuanto a delicadeza, pero como crecen en un clima lluvioso y fresco, los vinos de la Ribeira Sacra suelen resultar más ligeros, además de ser una de las D.O. de Galicia. Estos vinos se pueden maridar tanto con un buen filete de ternera como con el famoso pulpo gallego, así que resulta ser un vino muy versátil y fácil de disfrutar.
En Vía Romana tuvimos la oportunidad de catar tanto los vinos tintos como los blancos, además de visitar la bodega. Aprendimos sobre el proceso de recoger las uvas y las dificultades (debido al terreno) de la cosecha, aunque como nuestra visita fue en el mes de agosto, aún no habían empezado la cosecha todavía. La filosofía de las bodegas Vía Romana es que “el vino no entiende de prisas” y no podríamos estar más de acuerdo.
Si tienes más tiempo para explorar la región, sugerimos que organices una ruta para visitar tanto los sitios de interés religioso como los numerosos viñedos ya que ¡el paisaje natural es precioso! Es una zona perfecta para un paseo en coche, aunque ¡hay que ir con cuidado en las carreteras con curvas si visitas durante época de lluvia! De interés especial es el Monasterio de Santo Estevo de Ribas do Sil, que ahora pertenece a Paradores de Turismo, y la Capilla de San Pedro de Rocas.
También recomendamos una parada rápida en el pueblo de Monforte de Lemos donde la atracción principal es el Monasterio de San Vicente do Pino en la cima de una colina que tiene vistas de todo el pueblo. El camino es totalmente cuesta arriba, pero merece la pena por las vistas espectaculares. (Si vas al pueblo recomendamos comer en un sitio al lado del Mercado de Abastos que se llama O Viñedo. Tienen raciones deliciosas a buen precio.) También en Monforte de Lemos encontrarás el Centro do Viño da Ribeira Sacra donde puedes aprender más cultura del vino local y te pueden dar recomendaciones para visitar viñedos y bodegas junto con la información de contacto de cada uno de ellos.
La Ribeira Sacra sigue siendo una zona menos conocida en el mundo de vinos españoles pero es demasiado bonita para pasarla por alto. Además, te sentirás como un verdadero “nariz de oro” a la vuelta a casa tomando un vino tinto con tus amigos y recordando con emoción las vistas y las salas de cata en las montañas de Galicia. ¿A que suena bien?