Salí encantada con el Museo Andén Cero en pleno centro de Madrid; un espacio donde el tiempo parece haberse detenido para poner ante tus ojos la historia del metro y de la ciudad.
En el blog siempre hemos abogado por descubrir nuevos rincones en nuestra propia ciudad, que viajar no siempre quiere decir irte lejos. Uno de estos casos es el museo que hemos visitado hoy, el Museo Andén Cero en la antigua estación de metro de Chamberí en Madrid. Es un museo que abrió hace cinco años, justo cuando nos íbamos a vivir a Nueva York, y por eso nunca lo habíamos visitado. Hoy con la llegada de una amiga de Estados Unidos hemos tenido la oportunidad de aprender sobre la historia del metro y disfrutar de esta “estación fantasma.”
El museo se encuentra en pleno barrio de Chamberí, lo cual es lógico ya que es la antigua estación de ese barrio y la primera línea de metro que se construyó en la capital. Como hablamos de una estación antigua, el museo se encuentra bajo tierra. Descendimos por la escalera (aunque también tienen ascensor) y entramos directamente porque la entrada es gratuita.
Lo primero que verás al entrar en el museo es una salita pequeña con gradas para ver una corta película sobre la historia del metropolitano madrileño desde principios del siglo XX hasta el presente, intercalando la historia del transporte con la historia de España. Nosotras vimos la película al final del recorrido porque ya había empezado y lo pillamos en medio, pero recomiendo verla desde el principio si es posible.
Cruzamos la antigua estación pasando por la zona donde antes estaba la taquilla. La estación lleva más de 30 años sin usar y lo reformaron para restaurar todo a un estado más moderno. Tienen las antiguas tarifas del metro todavía puestas en la pared y dentro de la taquilla hay un recorte de tamaño real de algunas señoras que trabajaron en el metro. Una de las cosas fascinantes que aprendimos en el vídeo era que el metro de Madrid era una fuente de empleo muy importante para las mujeres. Ocuparon el puesto de taquillera pero sólo podían ser solteras o viudas. Nos sorprendió aún más conocer que tenían que abandonar su puesto de trabajo cuando se casaban, y que ¡esta norma seguía en vigor hasta 1983 cuando ya estaba yo en el mundo!
Seguimos el recorrido bajando la escalera hasta el antiguo andén. Allí encontramos unas pantallas gigantes con un vídeo de gente bailando el chotis y otras escenas típicas de Madrid en blanco y negro. Durante la restauración de la estación se ha trabajado mucho para limpiar y cuidar de los anuncios hechos de azulejos. Para mí ha sido muy interesante poder ver estos antiguos anuncios ya que me recordó el museo de transporte de Nueva York, que también se encuentra en una antigua estación de metro y aunque ese museo sea más grande, la idea es la misma: reflejar la importancia y la historia del transporte en la ciudad. Mientras visitamos el museo un tren lleno de pasajeros atravesó la estación ya que la línea sigue en funcionamiento, aunque ya no tiene parada.
La visita es muy corta, creo que no pasamos más de media hora en el museo por lo cual es el sitio perfecto para ir con niños ya que es muy visual y con la entrada gratuita es fácil salir y entrar si hace falta. Y si te apetece profundizar más en la historia del metro de Madrid, también tienes el museo hermano en la Nave de Motores de Pacífico (igualmente con la entrada gratuita). Lo único que no me pareció tener mucho sentido es que la tienda del museo se encuentra en otra parada de metro (aunque es una estación muy transitada), la de Sol.
Resumiendo, nos gustó mucho nuestra corta visita al Museo Andén Cero que nos llevó hacía atrás en el tiempo para conocer otra época del metro de Madrid. Luego, al salir y subirnos en el metro para volver a casa lo vimos con otros ojos, como una parte fluida de la historia madrileña de la cual nosotros ahora formamos parte. Todo un viaje a través de la memoria.