Nuestra experiencia en París de noche comenzó con la caída del sol en Montmartre. Desde lo alto de la colina. Pero la noche parisina da para mucho más.
Si preguntáramos a cualquiera persona, seguramente nos afirmaría que muchos de los encantos de su ciudad merecen la pena ser visitados durante la noche. No lo negamos, pero sin duda hay algunas ciudades en el mundo cuya magia cambia completamente cuando el sol cae. Nosotros hemos tenido la suerte de poder pasear por el Trastevere de Roma tras el atardecer, vivir la noche madrileña, descubrir los rincones del Nueva York nocturno y por supuesto, siendo posiblemente una de las experiencias más especiales para nosotros, disfrutar de París de noche y del juego de luces que crea la ciudad.
Nuestra experiencia en París de noche comenzó con la caída del sol en Montmartre. Desde lo más alto de la colina, vimos una espectacular puesta de sol con la ciudad de París de fondo. Este barrio, aunque es cierto que posiblemente haya perdido la autenticidad que muchos comentan, sigue conservando magia, chispa y encanto, que a uno le permite dejar volar la imaginación y regresar al pasado. Bajar por las calles empedradas y mirar las tiendas y galerías que íbamos dejando a cada lado de la calle mientras caminábamos hacia el metro, son imágenes que quedan para siempre.
La noche parisina solo acababa de empezar y nos preparábamos en el hotel para una romántica cena y descubrir la magia de la ciudad iluminada. Desde el hotel nos dirigimos paseando y dejando atrás lugares emblemáticos como el Museo del Louvre o la Plaza de la Concordia, hasta el embarcadero para un inolvidable paseo por el Sena mientras cenábamos.Tengo que admitir que aunque esta experiencia suena muy turística, fue muy emocionante ya que fue uno de nuestros primeros viajes románticos como novios, la comida estaba bastante buena y las vistas de la mesa junto a la ventana fueron espectaculares.
Paseamos por el Río Sena durante dos horas y uno de los momentos estelares fue cuando se paró justo en frente de la Torre Eiffel y la Estatua de la Libertad, ambas iluminadas. Tras acabar con nuestra experiencia, nos bajamos del barco y como dos locos en la noche parisina, con un frío que no olvidaremos y bien vestidos por la cena anterior, decidimos pasear por París sin rumbo alguno, preguntando a la gente que encontrábamos cómo llegar hasta el siguiente punto y como si no existiera mañana. Estábamos aproximadamente en el Jardín de los Inválidos y decidimos que queríamos hacernos una foto bajo la Torre Eiffel.
Se podría decir que no hay mucha distancia entre un punto y otro para un paseo normal, pero recordamos que las condiciones (frío, vestimenta y desconocimiento de la ciudad) hicieron el paseo más largo de lo esperado; algo que para nada nos importó. Entre media dejamos unas maravillosas imágenes de París de noche desde el Puente de los Inválidos y otra desde el Puente del Alma (Pont de l’Alma). Cuando por fin llegamos a la Torre Eiffel todo el frío y cansancio desapareció. ¡Espectacular momento bajo semejante monstruo de la arquitectura iluminado! (ya habíamos subido de día, pero nunca lo habíamos visitado de noche).
La vuelta al hotel fue también un poco particular, ya que desde la Torre Eiffel decidimos seguir andando sin rumbo hasta que vimos que ya era tarde y estábamos solos por los barrios. Preguntamos y nos dijeron que corriéramos porque el último metro salía en breve. Más nos valía cogerlo, pues no vimos un solo taxi en mucho rato. Al final, y aunque nos equivocamos de vía, conseguimos cruzar entre los vagones de una vía a otra y coger el último metro. ¡Qué serían los viajes sin estas aventuras inesperadas!
Si por el contrario eres de los que te gustan las visitas guiadas, en París también se ofrecen muchas opciones para vivir la noche parisina de manera organizada. A nosotros, una de las cosas que nos quedó en el tintero fue asistir a un espectáculo en el Moulin Rouge o en cualquier local de Montmartre. Sin duda hubiera redondeado la noche, pero bueno siempre es bueno dejar excusas para volver. El Canal de Saint Martin, el Trocadero, pasear por los Campos Elíseos hasta el Arco del Triunfo son otros puntos que puedes visitar en el París nocturno; además de ir de fiesta o al teatro claro.
¿Cuál ha sido tu experiencia más emocionante en París de noche?
Por desgracia no he podido disfrutar mucho de París por la noche, al menos pateando la ciudad. Es una de las cosas a las que tengo que poner remedio, cuanto antes mejor!! 🙂 Saludos