Ir a información sobre el Centro de Visitantes Pez
El Centro de Visitantes Pez en Orange Connecticut nos permitió viajar al pasado y divertirnos como niño recordando y aprendiendo sobre tan famosos caramelos. Un museo, una fábrica, juegos y por supuesto dispensadores completan la visita.
El primer dispensador de caramelos Pez que recuerdo es de cuando era muy pequeña. Éste que digo tenía la cabeza de Superman, la cual se levantaba para dejar ver un caramelo pequeño con forma rectangular y sabor a fresa. Sin lugar a dudas, estos dispensadores eran claramente la mejor parte de la experiencia con los caramelos Pez, ya que no solo son divertidos, si no que te permitían tener una colección única de los diferentes que existían. Íbamos de camino a Boston por la I-95 y de repente vimos un cartel en la carretera que anunciaba el Centro de Visitantes PEZ a la altura de Orange, en Connecticut. ¡No nos pudimos resistir a coger esta salida! Después de todo…¿qué mejor que comenzar nuestro viaje por carretera con tan clásica atracción?
La entrada al Centro de Visitantes Pez cuesta cinco dólares, aunque te darán un cordón y un cartel con tu nombre que lo guardes como recuerdo, y además un cupón con dos dólares de descuento para gastar en la tienda de regalos de Pez. En otras palabras, ¡es una ganga acceder al pequeño mundo de Pez! Pagamos nuestras entradas y nos sumergimos en el universo Pez. La primera cosa con la que te encuentras es un enorme dispensador de caramelos Pez, que ocupa dos plantas de alto, con un enorme caramelo que entraba y salía del dispensador. Alrededor de todo el Centro de Visitantes Pez podrás encontrar cuadros y relatos con la historia de tan peculiar caramelo. Asimismo hay grandes cajas repletas de dispensadores y un antiguo conjunto de recuerdos de Pez.
Resulta que los caramelos Pez se empezaron a hacer por primera vez en el año 1927 en Viena, Austria. Se suponía que servirían como caramelos de menta para el aliento, y de ahí su nombre (del alemán “Pfefferminz” – menta, que se acortó a Pez). En la década de los 50 y 60, Pez introdujo sus primeros dispensadores con algunos de los dibujos animados en Estados Unidos, lo que hizo que se incrementaran las ventas entre coleccionistas y niños que querían jugar con sus personajes favoritos de los dibujos animados. ¡Era una combinación entre juguete y caramelo!
Los caramelos Pez siguen siendo populares entre la gente, como demuestra el grupo de campamento de verano que vimos en la entrada haciendo cola, o los adultos que se habían desviado en la carretera para recordar antiguos momentos y conocer más sobre la historia de Pez. Incluso tenían un bingo en el que tenías que encontrar las fechas originales de algunos de los dispensadores expuestos en el Centro de Visitantes Pez. ¡En cuánto hacías un bingo, podías acercarte a girar una rueda y ver que premio te había tocado!
Toda la visita al Centro de Visitantes Pez no lleva más de media hora, aunque sin embargo te refrescará y hará sentir como un niño de nuevo. Ruskomendamos que te salgas de la autopista, ¡es la mejor parada que te vas a encontrar en muchas millas! Para cualquiera que quiera rememorar gratos recuerdos de su infancia, o quiera un rato dulce, ruskomendamos el Centro de Visitantes Pez con 4 boquerones.
Información sobre Centro de Visitantes Pez
Ruskomendación para Centro de Visitantes Pez: 4 boquerones
Ruskomendaciones: Aprende más sobre las Ruskomendaciones
- Dirección: 35 Prindle Hill Rd, Orange, CT 06477
- Teléfono: (203) 795-0531
- Precio por persona: $5
- Horario: (Lun-Sab): 10am-6pm; Domingo 12pm-5pm
- Web oficial del Centro de Visitantes Pez
Buenos días,
No sabéis la alegría que me he llevado al descubrir este bonito artículo, no tenía ni idea de que existiera un lugar tan especial para los amantes de los caramelos pez. Como bien decís, aquellos que somos coleccionistas haríamos cualquier cosa por conseguir algunos de estos objetos, de los que se niegan a pagar cantidades brutales. Pero es nuestra nación, y encima, si podemos viajar a un sitio como este, sin duda se convierte en en una poderosa motivación para ahorrar un poco.
Muchas gracias por el artículo
¡Cuánta razón tienes! Nunca se imagina uno cuando es niño, que puede estar jugando con lo que en el futuro puede ser un tesoro jaja! Un abrazo!.
!Qué buenos recuerdos! 🙂
Y pensar que lo que para algunos eran juguetes ahora son objetos de coleccionista…
¡Cuánta razón tienes! Nunca se imagina uno cuando es niño, que puede estar jugando con lo que en el futuro puede ser un tesoro jaja! Un abrazo!